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Un grupo de mujeres inmigrantes latinas de Denver han descubierto, sin proponƩrselo, que reunirse todos los viernes por la maƱana para crear joyas en un centro comunitario local tiene un efecto terapƩutico en sus vidas, con resultados beneficiosos comprobados para su salud fƭsica y emocional.

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"Las clases de joyerƭa son una terapia de grupo a travƩs de conversaciones en las que todos participan. Por eso, las participantes salen contentas de la clase", explica a Efe Yurima Crowley, de 45 aƱos, originaria de Venezuela y creadora y coordinadora del proyecto.

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ā€œPara las mujeres, las reuniones de los viernes son momentos muy importantes porque pueden ser ellas mismas, sin familia, sin hijos y sin cónyugeā€, agregó.

Y aunque ā€œpor ahora no podemos vivir de los ingresos por la venta de las joyas, tener algo en comĆŗn es un proceso de aprendizaje que se convierte en tanto alivio y terapia que las mujeres se sienten mal si algĆŗn dĆ­a no pueden venir a una claseā€.

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La iniciativa, conocida como Entrepreneurial Hands, comenzó como una tarea prÔctica como parte de los estudios de Crowley en el Family Leadership Training Institute (FLTI, patrocinado por la Universidad Estatal de Colorado), pero luego evolucionó a un proceso de educación formal para Adultos.

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AdemÔs, Crowley abrió su propia empresa para vender joyas creadas por mujeres en línea y en eventos públicos (bazares y exposiciones de arte), a quienes se les paga por adelantado y pueden, si lo desean, asistir ellas mismas a los eventos.

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La venezolana explicó que en su paĆ­s trabajó importando joyas de EspaƱa y de la India, lo que le permitió ā€œaprender a ver el cambio en las mujeres, sobre todo en cuanto a su actitud hacia ellas mismasā€.

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Y aunque el proyecto de importación y venta de joyas ya no pudo continuar despuĆ©s de su llegada a Estados Unidos (en 2015), graduarse de la FLTI le dio ā€œlas bases de planificaciónā€ para lanzar Entrepreneurial Hands y ponerla en contacto con Aurora Community Connection (ACC). , donde ahora se llevan a cabo las reuniones.

Y aunque los beneficios terapƩuticos ahora son claros, el objetivo inicial, confiesa Crowley, era muy diferente.

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ā€œAl principio veĆ­a a los participantes solo como manos creativas, no como personas completas. Era un proyecto empresarial. Pero la vida no es un negocio. Estaba tratando de impactar sus bolsillos, no sus vidas. Ahora tengo una mayor sensibilidad Crowley dicho.

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ā€œCon ellos aprendĆ­ a abrir mi alma y mi corazón porque entendĆ­ que, si una mujer viene a clases, no es porque no tenga nada que compartir, sino porque tiene miedo, incluso miedo de preguntar. Y lo entendĆ­ porque I  Yo tambiĆ©n estoy en esa posiciónā€, dijo.

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Ese cambio en su enfoque de los encuentros transformó la actividad semanal de solo "una distracción" a un proceso de transformación y autodescubrimiento, documentado no solo a través de entrevistas y evaluaciones formales.

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TambiƩn por la actitud de las mujeres hacia sus propias creaciones: ellas mismas ya no aceptan la calidad de las joyas que hacƭan hace un aƱo.

Según Crowley, "las mujeres estÔn sorprendidas de cuÔnto han progresado y ahora se sienten mÔs ordenadas y organizadas y menos estresadas".

AdemĆ”s, traen a otros participantes, en su mayorĆ­a sus hermanas, hijas o amigas. Y han aprendido a utilizar el ā€œhumor sanoā€, a hablar de sus problemas (la depresión y la vida familiar son los mĆ”s habituales) ya sentirse respetados y, por tanto, exigir que se les respete.

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TambiƩn aprendieron a desarrollar amistades mƔs allƔ de la familia y la iglesia, a asistir a eventos comunitarios y sociales a los que antes no asistƭan, y a navegar en las redes sociales, que ahora usan para promocionar y vender sus creaciones.

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E incluso a partir de este año Crowley ya no es el único instructor, sino que una vez al mes viene a las reuniones un instructor profesional local, quien siendo el inglés su lengua materna, motivó a las inmigrantes latinas a aprender ese idioma para entenderse con su nuevo instructor. .

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AdemƔs, las mujeres aprendieron, con sus creaciones de joyerƭa, "a hacer algo para que sus sueƱos se hagan realidad, a no solo desear, a no estar sentadas todo el dƭa mientras sus hijos estƔn en la escuela".

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Una de las participantes, Noemƭ (solo dio ese nombre), de MƩxico, dijo que este es un lugar para "desestresarse, relajarse, buscar ayuda y divertirse" mientras "tenemos una herramienta que, si queremos, podemos utilizar para generar nuestros ingresos".

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Y Susana, una abuela mexicana, dijo que aquĆ­ aprende a relacionarse ya resolver sus propios problemas.

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Por su parte, la Dra. Robin (Robina) Waterman, fundadora y directora ejecutiva de ACC, dijo: ā€œCuando Yurima creó el proyecto de creación de joyas me emocionĆ© y desde entonces la hemos apoyado en todo lo posible porque ha sido de tremendo beneficio. , desde el principio, para las mujeres que participan en este proyecto de empresas socialesā€.

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La capacitación ha sido "inmensa" porque "las mujeres experimentan profundamente su propio valor y poder, su capacidad de contribuir y, lo que es mÔs importante, su capacidad de marcar una diferencia positiva en sus familias y en su comunidad".

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ā€œEn ACC nunca tratamos a nadie como 'pobre' o 'necesitado', pero les comunicamos de todas las formas posibles que, aunque vengan aquĆ­ a pedir ayuda, tienen que participar en recibirla porque son valiosos para los demĆ”s. No podemos ser parte de una sociedad que desvaloriza a la mujer y a los inmigrantesā€, indicó.

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Si el proyecto sigue creciendo, el siguiente paso serƔ "abrir una escuela y galerƭa para que los interesados puedan crear sus propias obras de arte que allƭ se venderƔn y dar una oportunidad a los que quieran desarrollar su potencial como artistas". ", dijo Crowley.

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ā€œEstos encuentros no son una excusa para escapar de la realidad, sino un lugar para confiar, cuidarse y ser generosos. El arte nos conecta. Las joyas nos unen. Para nosotros, el viernes es el mejor dĆ­a de la semanaā€, concluyó. .

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